“Llevar un sombrero de Jordina és coronar las ideas con una belleza insólita”. Nació en Xerta (Terres de l’Ebre) un mes de diciembre de 1974 y quizás por este hecho el camino recorrido hasta ahora es un trazo de sensaciones acunadas por una aliento de romanticismo níveo, al son del piano más puro. En su intensa trayectoria formativa ha captado el ingenio de la arquitectura – esencial por la belleza concepción de las formas – y ha invertido un tiempo precioso en ciudades cómo Tortosa, Barcelona, París y Helsinki, aprendiendo el delicado arte de las flores de seda, el fieltro, los sombreros, el vestido e incluso la restauración de ropa Antigua.
Esta dilatada instrucción le ha llevado hacia diferentes experiencias laborales hasta que en el año 2003 con la emoción de poder mostrar al mundo sus creaciones, decidió abrir un taller propio en su pueblo natal, Xerta, para trabajar cómo diseñadora y artista textil.
Sus sombreros son un estallido de primavera: el aroma de verano después de una tormenta conjugando con los tejidos nobles como la seda, el organdí, el sinamay, el sisal o la fibra de banana. Utiliza líneas sencillas y puras para obtener al final, un sombrero amorosamente tejido, hecho a medida y lleno de ánima para coronar bellas ideas…
Ahora, después de toda una vida entre plantas de balcón y de huerto y más de una década entre flores de seda y novias, abre una nueva etapa muy emocionante: la decoración de arte floral para eventos, continuando con la sensibilidad que la caracteriza y su estilo natural, romántico y artístico, adaptándose a todos los gustos tal como siempre ha hecho con sus clientas.