Andrea Morros dijo sobre ella : “tus tocados tiene ángel, espíritu, alma…”
Jordina Bravo estudió diseño de Moda y estampación textil.
Tuvo un Déjà vu en París mientras hacía un curso de confección de sombreros y eso la llevó a la escuela Bonne Maison del Barrio de Santa Caterina
Recuperar todo el romanticismo, la artesanía perdida. Restauración de ropa antigua, flores de seda…
Vive y tiene su taller en Xerta. De allí salen turbantes, diademas… hechos de tules, paja, sedas, algodones, productos nobles… y mucha flor, la influencia de vivir en el campo…
Sus tocados son naturales y románticos.
Le apasionan las flores y los turbantes de los años 40 y 50 en color nude o beige, los preferidos.
Su locura es comprar tejidos, no tiene un lugar fijo. Cualquier sitio vale.
Su inspiración viene sin avisar…
Jordina viene del griego, trabajar la tierra. Un día le hacía falta una azada para trabajar el campo y justo después vió unos zapatos de tacón alto con lazo de leopardo.
Se preguntó : “quién soy yo?” Su respuesta era clara: la campesina pero también la cosmopolita…”